CINCO DIAS

21 noviembre 2013

 

Latanoprost, el ‘crecepelo’ más esperado

Alfonso Simón Ruiz

 

El nuevo principio activo, ya a la venta, ayuda en los casos de calvicies incipientes.

 

De una pura casualidad nace uno de los remedios capilares más esperados de los últimos años. El latanoprost es un principio activo (una prostaglandina) indicado en oftalmología contra el glaucoma. Pacientes y médicos se dieron cuenta de que quien lo utilizaba observaba como efecto no esperado unas pestañas mucho más densas y fuertes.

 

Y surgió la idea. ¿Y si se utiliza para la calvicie? ¿Tendrá resultado? De ahí llega una nueva indicación médica que puede ayudar a mejorar el aspecto del cabello de muchas personas.

 

“Hay que ser prudentes. El crecepelo es el timo más antiguo del mundo. Pero sí es cierto que en diferentes estudios el latanoprost ha dado muy buenos resultados”, comenta Víctor Salagaray, reconocido especialista con una clínica madrileña que lleva su nombre.

 

“Los pacientes perciben ellos mismos una mayor densidad en su pelo”, asegura. Aunque no es un producto milagroso. Su uso se circunscribe a los primeros grados de alopecia. “Ha demostrado ser bastante efectivo en el caso de las pestañas. Tenemos que esperar a ver los resultados en el cuero cabelludo. Todavía no se ha aprobado ninguna marca comercial para esta indicación”, explica Francisco Jiménez Acosta, de la clínica Jiménez Acosta de Las Palmas de Gran Canaria.

 

Aunque no hay una farmacéutica que lo comercialice bajo una marca, el principio activo sí se puede conseguir ya en las farmacias. Lo distribuye el laboratorio catalán Fagron desde hace un mes. “Lo vendemos a las farmacias como materia prima para sus fórmulas magistrales”, indica Juan Manuel Martín, director general de Fagron.

 

Cualquier interesado puede ir a su botica con la indicación del médico y pedir este producto, de uso tópico directamente sobre el cabello en solución o espuma. El paciente se aplica dos mililitros una vez al día.

 

El nuevo producto tiene un coste de entre 80 y 90 euros por mes, siempre con receta. “Hemos tenido multitud de peticiones de información de médicos en los últimos tiempos”, relata Martín, “a los que hemos enviado la bibliografía sobre este tema”.

 

Salagaray acota su uso a los pacientes más jóvenes (y por tanto menos afectado por procesos irreversibles) o de menor grado de alopecia androgenética. Esta patología es la más común y está causada por la hormona dihidrotestosterona y agravada por factores ambientales como el estrés, “aunque también afecta al 50% de las mujeres a partir de los 50 años”, dice el doctor Salagaray.

 

Los pasos para controlar la caída de cabello son muy individualizados, pero normalmente pasan por, primero de todo, controlar los niveles de hormona mediante las pastillas de finasteride. “Este es un tratamiento crónico que puede ir perfectamente desde los 20 años hasta que el paciente tiene 45 años”.

 

La segunda etapa es la clásica solución tópica minoxidil. El nuevo latanoprost se sumaría también a dar densidad al cabello una vez que la hormona está controlada mediante el finasteride. Una combinación que puede retrasar el pisar el quirófano en busca de los microinjertos capilares.

 

Avances para el futuro

Tanto las clínicas capilares como las de estética están incorporando avances relacionados con sustancias del propio organismo. “En un futuro se usarán las células madre para regenerar tejidos”, cuenta el doctor Jiménez Acosta.

 

“Otra novedad es la utilización de factores de crecimiento del paciente, provenientes de su plasma sanguíneo, como elemento reparador. Se inyecta en el cuero cabelludo y tiene una efectividad media-baja”, reconoce Salagaray, por lo que suele ser complementario a otras terapias.

 

En las clínicas de estética, la grasa propia, en este caso, es también la tendencia. “El futuro pasa por la utilización de los recursos propios del paciente. Aporta mejor proporción y naturalidad”, afirma Jorge Planas, director médico de la Clínica Planas.

 

Estas terapias se usan cada vez más en las mamas, con resultados entre el 30% y el 70% de mantenimiento de la grasa sin absorción del organismo. “Y también los factores de crecimiento se inyectan en la cara”, añade.

 

Además, este centro ha introducido un nuevo tratamiento llamado Nanograft, que consiste en células provenientes de la grasa del paciente que se inyectan en ojeras, escote, rostro y manos para recuperar la luminosidad de la piel.